Los trasvases son ejercicios que se incluyen en el área de vida práctica (Montessori). Traspasar sustancias - como verter o sacar con cuchara- estimulan el desarrollo de la coordinación muscular, lo cual resulta de gran utilidad a la hora de comer, servir alimentos a otra persona o a uno mismo, o cocinar.
Asimismo, estos ejercicios adiestran la musculatura para una maniobra bastante más compleja: la escritura. Podemos empezar con sustancias de mayor consistencia e ir, gradualmente pasarlo a otras más finas.
Necesitamos una bandeja, una jarra y un cuenco. Llevar la bandeja a la mesa proporciona una oportunidad para que el niño utilice el equilibrio. También nos ayuda a delimitar la zona de trabajo y a contener los posibles derrames.
Siempre trabaja de izquierda a derecha: esta acción prepara a tu hijo para la lectura.
Si al traspasar, lo haces con mucho cuidado, tu pequeño lo imitará. Muéstrale despacio, con mucho gesto; realiza tu primero la actividad y luego invita a que la haga.
Ahora sólo te queda observar: su coordinación, repetición, concentración. Según avance, puedes plantearle nuevos retos e ir complicando poquito a poco las propuestas.
- Cambiar la sustancia: nueves, alubias, arroz, azúcar, harina, líquidos.
- Cambiar el elemento de trasvase: cuchara, pinzas de cubitera, pinzas pequeñas, una esponja, cazo pequeño, un embudo...
- Realizar trasvases de cuenco a cuenco, o de uno a varios, de jarra a jarra, de jarra a cuenco, de jarra a vasos...
Con 15 meses empezamos a hacer trasvases de jarra a cuenco con alubias, le gustó muchísimo. Primero le mostré como hacerlo y le invité, en seguida lo hizo sin pensárselo, las alubias que le caían las cogía con los dedos (haciendo pinza), después hizo los trasvases con la mano...
La educación es un proceso natural realizado por el ser humano,
y no se adquiere escuchando palabras,
sino por las experiencias en el medio ambiente.
Maria Montessori
Fuente: libro "Enséñame a hacerlo sin tu ayuda"
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